Mientras una pobre mujer estaba en el mercado vendiendo
quesos, vino un gato y se llevó uno.
quesos, vino un gato y se llevó uno.
Un perro vio al ratero e intentó quitarle el queso. El gato
se enfrentó con el perro. Así que se pelearon. El perro ladro e intentó morder;
el gato escupió y arañó, pero no conseguía acabar la lucha y llegar a una decisión.
“Vamos a ver al zorro y que sea el arbitro de éste asunto”. Sugirió el gato por
fin. “de acuerdo», dijo el perro. Así que
se fueron a ver al zorro.
se enfrentó con el perro. Así que se pelearon. El perro ladro e intentó morder;
el gato escupió y arañó, pero no conseguía acabar la lucha y llegar a una decisión.
“Vamos a ver al zorro y que sea el arbitro de éste asunto”. Sugirió el gato por
fin. “de acuerdo», dijo el perro. Así que
se fueron a ver al zorro.
El zorro escuchó sus argumentos con aire juicioso.
“Animales tontos-les dijo-, ¿Por qué seguir discutiendo
así? Si ambos estáis de acuerdo dividiré el queso en dos y ambos estaréis satisfechos.”
así? Si ambos estáis de acuerdo dividiré el queso en dos y ambos estaréis satisfechos.”
“De acuerdo” dijeron el gato y el perro. Así que el
zorro sacó su cuchillo y cortó el queso en dos, pero en vez de cortarlo a lo
largo lo cortó a lo ancho. “ ¡Mi mitad es más pequeña!” se quejó el perro. El
zorro miro juiciosamente el trozo de queso a través de sus lentes.
zorro sacó su cuchillo y cortó el queso en dos, pero en vez de cortarlo a lo
largo lo cortó a lo ancho. “ ¡Mi mitad es más pequeña!” se quejó el perro. El
zorro miro juiciosamente el trozo de queso a través de sus lentes.
“¡Tienes bastante razón!”. Decidió. Así que fue y dio un
mordisco al pedazo del gato. “¡Así está bien¡”, dijo. Cuando el gato vio lo
que había hecho el zorro, empezó a aullar. “¡Mira! ¡Ahora es más pequeña mi
parte!” El zorro se volvió a poner los lentes y miro juiciosamente el trozo del
gato. “¡Tienes razón!”, dijo el zorro. “Espera un momento y haré que todo esté bien.”
Y le dio un mordisco al trozo del perro. Esto continuó tanto rato, el zorro
mordisqueando el trozo del perro y luego el del gato, que al final se comió
todo el queso delante de sus ojos.
mordisco al pedazo del gato. “¡Así está bien¡”, dijo. Cuando el gato vio lo
que había hecho el zorro, empezó a aullar. “¡Mira! ¡Ahora es más pequeña mi
parte!” El zorro se volvió a poner los lentes y miro juiciosamente el trozo del
gato. “¡Tienes razón!”, dijo el zorro. “Espera un momento y haré que todo esté bien.”
Y le dio un mordisco al trozo del perro. Esto continuó tanto rato, el zorro
mordisqueando el trozo del perro y luego el del gato, que al final se comió
todo el queso delante de sus ojos.
NATHAN
AUSUBEL
AUSUBEL